jueves, 27 de marzo de 2014

José Tomás Medina expone en Eka & Moor Art Gallery, Madrid



















Estimado amigo amante del arte

Es un honor invitarte a la inauguración de la exposición del artista

José Tomás Medina

El próximo martes 1 de abril a las 20:00 horas en


Eka & Moor Art Gallery
C/ Bretón de los Herreros, 56. Madrid
Metros: Gregorio Marañón / Nuevos Ministerios





Hablar con José Tomás Medina te hace comprender mejor su obra. A la manera del humanista, él posee un profundo dominio de la lengua y la literatura, que no sólo comunica en sus clases, sino que también aparece en sus creaciones literarias. Amante y conocedor de la música y, sin ninguna duda, PINTOR.
En sus cuadros emerge la poesía, y es este lirismo el que hace que un halo de misterio envuelva a cada uno de ellos. Composiciones sencillas conforman el conjunto de sus obras, pero es preciso detenerse en los detalles y meterse dentro de ellas, pasear por los secos campos castellanos, introducirse en el color de la catedral de Praga, separar la bruma que rodea a la de Burgos, y así llegar hasta el mensaje que nos comunican, participando activamente en el proceso creador. La minuciosa contemplación de su pintura invade al espectador de sensaciones y sugerencias, estableciéndose así un diálogo emisor-receptor, imprescindible en toda obra de arte.

Existe en esta exposición un hilo conductor, que son los paisajes, tanto rurales como urbanos, pero siempre desiertos, sin que nadie se interponga entre lo contemplado y quien contempla. Son tres formas diferentes de ver sus paisajes del alma: la austeridad de Castilla, con sus secarrales duros, que más que percibirlos como una representación podemos sentirlos literalmente roturados por el arado y tocar sus surcos descarnados, espejo de sus gentes, de cielos rabiosamente azules, de horizontes altos: la serie “Páramos”; la luminosidad del gótico interpretada con un colorido vibrante: “Praga: noche en la plaza de la Ciudad Vieja”; y la misma composición resuelta en grises brumosos: “Praga descascarillada”, como si sacase el caballete a plain air, a la manera de Monet.

Es inevitable recordar la captación de la atmósfera, que tanto preocupó a los impresionistas: nieva, hace frío, el páramo está triste, “Tan triste que tiene alma”, pero también resurge alegre y luminoso, resuelto en luces de largas y rápidas pinceladas: “Castilla: primavera y nieve”. Podemos contemplar la mañana, el atardecer y la noche, las tierras de secano y la humedad, o la niebla invernal, tratada con tan sutil levedad que nos envuelve en un ambiente hipnótico.

Vuelve al recuerdo el Humanismo cuando se analiza su técnica. Utilizando únicamente el material rey, el óleo, el lienzo aparece en ocasiones bajo una ligera pincelada, para ocultarse totalmente en otras bajo espesas capas de pintura de grandes calidades matéricas, que desbordan los límites del lienzo, de expresivos y violentos grumos, de frotagges a la manera de Max Ernst. Una forma de pintar depurada, aunque parezca sencilla muy trabajada, y que requiere de amorosos tiempos de espera para el secado.
Es con estas dramáticas texturas de tensas gestualizaciones con las que adquiere su mayor expresividad; es con ellas con las que abandona la línea, y es entonces cuando el color aparece en toda su plenitud; es con las que alcanza el más alto grado de pasión. Realidad e irrealidad se entrecruzan y se mezclan, produciendo una atmósfera onírica.

Buen conocedor de los recursos plásticos, no duda en interrelacionar colores lumínicos con la fuerza de los colores planos, y así la catedral de Burgos, “Desde Santa Gadea al mediodía”, transcurre entre sutiles gradaciones tonales producidas por el sol, hasta llegar al vano ojival de agresivo negro plano por el que el espectador debe adentrarse en el edificio. No obstante, cuando la catedral está resuelta en gama de grises, la sugerencia y el misterio se hacen palpables: “Desde Santa Gadea a medianoche”.

A pesar de la supremacía del color sobre la línea, característica que preside su obra, la versatilidad del artista lo lleva a componer volumétricamente, utilizando un dibujo de trazo seguro y preciso: “Praga desde el puente de Carlos”.

Su capacidad de experimentación no se agota, y aparece una nueva línea de expresión en la que, rompiendo sus paisajes rurales, elimina el nítido horizonte: tierra y cielo se convierten en armónicas formas de signo distinto, irreconocibles, en las que tan solo priman la textura, la luz y el color, llegando así a la abstracción, rica en sugerencias y calidades, participando del mismo grado de creatividad que el resto de su obra: “Cicatrices del alma”, o “Río”, que fluye en un derroche de color de intensas gradaciones tonales.

Es también investigador con el soporte, cuando el lienzo se sustituye por una piedra de pizarra, como homenaje incansable a la belleza de la naturaleza.
Amplio y largo camino de buen hacer, de calidades plásticas puestas una y otra vez al servicio de la creación, del descubrimiento de más paisajes del alma... Éste es el espacio vital y plástico de José Tomás Medina.

Marisa Sanz Martín
Crítica e historiadora del arte.

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Un saludo afectuoso

miércoles, 12 de marzo de 2014

Exposición de Marien De Haro



EL DESEO COMPARTIDO.
En estas obras pretendo plasmar una pequeñísima parte de
la complejidad del ser humano en cuanto a los deseos se
refiere. Deseos de toda índole y condición: sencillos,
complejos, carnales, espirituales, intelectuales, banales,
caritativos, violentos, creativos, crueles, etc.etc. Deseos de
volar, como los pájaros, ser libre, deseos de triunfar, la
fama, el reconocimiento, Deseos de poder, creerse
superior. Deseos de cambiar el mundo, creerse Dios.
Dulces, ensoñaciones al fin y al cabo, que unas veces se
hacen realidad y otras muchas, no.
En mi caso el deseo de volar, de libertad, ver como el
Universo está en continuo movimiento, me parece algo
extraordinario, por eso en mi pintura el movimiento es la
tónica, aunque a simple vista en algunos cuadros, ese
movimiento sea, más imperceptible.
Poder hablar, disfrutar, comparar, aportar, discutir,
dialogar, en definitiva “Compartir un Deseo”, es siempre
mucho más gratificante y enriquecedor, que hacerlo en
soledad. Al menos para mí lo es. Por eso me siento feliz y
agradecida de compartir mi pintura con todos vosotros y si
además os gusta, mi deseo se hace con cada uno, realidad.
Marien de Haro
Pintora Madrid, 2014










Información : ekamoorgallery@gmail.com